miércoles, 2 de mayo de 2012

TEXTOPATA

El Ratón Que Quería Ser 

Había una vez un par de ratoncitos que vivían en una casa de gente muy pobre. Un día el niño de la familia quien andaba en muletas pues le faltaba una pierna trajo a la casa un queso que le había obsequiado una viejecita quien recién se había mudado en frente. El niño había ayudado a esta extraña dama quien vestía totalmente de negro con un velo que cubría su rostro. Contenta toda la familia del niño se disponía a comer ese rico queso pero antes tenían que esperar al padre quien se prostituía en el puerto del pueblo con cuanto pescador hubiese en dicho lugar. La madre siempre permanecía en cama puesto que tenía medio cuerpo paralizado por una enfermedad que por su pobreza no pudo tratar. Realmente era una familia de mierda cuya suerte estaba no solo echada sino que también enterrada. Pero esa noche tenia que ser especial porque todos iban a degustar del rico queso con los bolillos secos de pan que el padre siempre compra al llegar a casa. Los ratoncitos idearon un plan para robar el queso así que lo pusieron en marcha aprovecharon el descuido de la familia y estos mordieron el queso y lo arrastraron hasta su agujero. Pero la madre se da cuenta y pega un grito. En eso llega el padre y el niño le dice que los ratones están robándose la comida, el padre reacciona y toma la escoba. Los ratoncitos se dan cuenta y aceleran la carrera pero el ratón que estaba adelante tomo fuerzas de flaqueza y corrió mas con el queso encima dejando al segundo ratón atrás. El primer ratón logra entrar al agujero y con el mismo queso cierra la entrada y oye como la escoba retumba en el piso de madera una y otra vez con su amigo por debajo. El desafortunado ratón es aplastado por el enfurecido padre hasta que este revienta soltando las entrañas que tenia en su cuerpecito de roedor. Pobre de la familia una vez más a comer bolillos de pan seco con agua de lluvia. El ratón que había sobrevivido no aguanto el hambre y sin pena se abalanzo sobre el queso pero algo extraño paso. El queso hablo y le dijo que no se lo comiera y en vez le iba a conceder tres deseos. El ratón aprovecho la situación y le dijo que lo convirtiera en gato. Así fue entonces en felino fue convertido, con el afán de sentir la superioridad ante un roedor. Pero luego quiso ser un perro porque sabía que los gatos de ese barrio eran desechos por los canes callejeros. En perro fue convertido. El niño de la casa se encariño con el nuevo animal y sus padres no querían aceptarlo porque no había suficiente comida ni espacio en la casa. El perro fue dejado en la fría calle a lo que este le pidió su ultimo deseo al queso y le pidió que lo convirtiera en hombre pero se exalto y detuvo la petición y la cambio por el deseo de no ser hombre porque no importase cual fuese la criatura que viviera en la tierra una siempre dependía de la otra o era sometida y abusada por aquellos que eran superiores. Así que pidió ser Dios y así fue entonces que fue convertido en queso. La extraña viejecita que pasaba por ahí tomo ambos quesos y los puso en la puerta de la casa del niño pobre, toco tres veces y se retiro. Esa noche de mayo de 2012 la familia comió queso y al día siguiente murió junto a otras miles de personas. Al promedia la tarde un terremoto de ocho grados y medio azotó la cuidad de Lima. Los arenales volvieron a ser arenales y los cerros volvieron a ser cerros. El mar del Callao se salió limpiando el sitio de tanta mugre que por tanto años enfermo dicho lugar. 

ROCKFACTORY.BLOG 2012 / EDITORIAL