TEXTOPATA
Careputita Roja (Parte Final)
El camino a casa de la abuelita era muy largo por lo que Lucinda y el hombre del tatuaje optaron por tomar un
descanso a un lado del camino. El hombre recostado apoyaba su espalda en el
tronco de un árbol mientras la chiquilla contemplaba las flores silvestres de
un matorral. El hombre no le quitaba la mirada de encima a Lucinda y trataba de
aprovechar otro descuido de la chiquilla para verle por debajo del vestido la
ausencia de su ropa interior. Y aquella tan esperada negligencia se hizo notar
cuando Lucinda se sentó sobre el suelo para ponerle una flor a sus cabellos, la
chiquilla acomodaba aquel adorno natural entre su oreja derecha. Sus piernas
quedaron totalmente abiertas, aquel vestido no cubría lo suficiente. El hombre
del tatuaje acelero su respiración y observaba al detalle entre los muslos de
tan testaruda chiquilla. No soporto la naturaleza del hombre y una impetuosa erección
se le aproximo entre los pantalones. Estoy linda, me veo bella como las flores
y las mariposas de este lugar. Pregunto Lucinda al excitado mortal. La chiquilla
se le acerco al hombre y le acaricio el mentón y le volvió a preguntar si era
linda y bella como las flores y las mariposas. A lo que el hombre asistió afirmativamente
con la cabeza. Lucinda se puso en frente del hombre y le dijo que si realmente
el creía que ella era lo bastante linda y bella pues tenia que besarla. Pero no
en las mejillas ni en los labios de su boca. La chiquilla subió su vestido y le
mostro en donde tenia que besarla. Este era
el momento que aquel hombre nunca espero le llegara a pasar aquella criatura de
espontanea ternura y encanto se le había insinuado para que lama su sexo.
El hombre la sujeto de la cintura y saco su lengua que era
negra por el tabaco que mastica desde que era un infante. La paso entre los
labios y al llegar al clítoris hizo estallar a Lucinda en excitación. Tanta era
la sensación que la chiquilla gemía, cerraba los ojos, mordía sus labios y con
sus dóciles manos apretaba sus pechos. El
hombre le puso énfasis y relamió, succiono y probó de un suave sabor de ciertas
sales y fluidos de Lucinda pues esta se había plenamente humedecido. La
chiquilla continua con tan ardiente momento y saca el falo del hombre de entre
sus pantalones, le dio un beso y sin perder tan apreciado tiempo se lo metió enteramente
a la boca. Ahora le tocaba a Lucinda probar aquel miembro duro, con sus dedos
lo sostenía y con sus dientes de manera imperceptible mordía la punta, la
chiquilla chupo una y otra vez. Tanta era la voracidad de ella que metió el
falo hasta su garganta, le faltaba el aliento y le sobraba la saliva que
expulsaba cuando sacaba el miembro de su boca. Ambos sexos estaban listos para
hacer una carnal conexión. El hombre tomo a Lucinda de las caderas y la puso
contra el árbol. La chiquilla estaba inquieta por recibir aquella pieza de casi
doce pulgadas de tamaño sin importarle que ella era estrecha le pidió al hombre
que la penetrara ya. Pero el individuo quiso ir despacio así que puso la punta
de su miembro entre los labios vaginales de Lucinda e introdujo de a poco. Hasta
que de un momento se la metió entera. El desbordante placer y dolor se fusionaron
en un gran grito de la chiquilla que hizo volar a los pajarillos de aquel árbol
y despertó oportunamente al hombre quien estaba soñando luego de haberse dormido
en aquel roble. Se levanto sudoroso y muy inquieto por tal ilusión sexual.
Vamos buen hombre debemos seguir hasta la casa de mi abuelita ella aguarda por
su medicina. Dijo la chiquilla. El hombre le dio la razón y la puso nuevamente sobre sus hombros
para cargarla y así continuar en el camino. Finalmente llegaron al final del
bosque donde Lucinda invito al caminante a que la acompañara para que
saludara y conociera a su abuela pero este decidió no hacerlo por lo que la
muchacha solo le quedo agradecerle y despedirle por tan bondadosa ayuda
prestada. El hombre se perdió en el
boque y Lucinda continuo hasta llegar a la puerta de la casa de su abuelita.
Finalmente en el destino deseado. Toco pero nadie le atendió así que ingreso y
se dirigió hasta la habitación de quien visitaba pero tal era la sorpresa que
aquella estancia estaba totalmente destruida. La chiquilla se asusto y empezó a
gritar: - Abuelita, abuelita donde estas. Cuando en eso la ve entrar por la
puerta empapada en sangre pidiendo ayuda. Lucinda entro en pánico y al quererse
acercar a la pobre anciana para socorrerla un enorme y feroz lobo hizo rauda aparición
le salto a la viejecita encima y violentamente empezó a morderla en la cara arrancándole
pedazos de carne que tragaba. No suéltala, suéltala decía en llanto Lucinda
quien era testigo del brutal asesinato de su querida abuelita. El lobo le dio
muerte a la mujer al morderle en el cuello con tanta presión que decapito a la
anciana. Esto causa el desvanecimiento de la chiquilla.
Esta vez no se trataba de un mal sueño. Lucinda recobro el conocimiento
y lo primero que vio fue unos enormes ojos negros, unas orejas grandes y una
protuberante boca con alargados y temibles dientes. La pobre chiquilla
nuevamente entro en pánico pero no era más que el tatuaje de lobo del hombre lo
que estaba viendo pues este había venido en su rescate luego de haber oído sus
gritos. El otro lobo también hizo aparición para atacar nuevamente pero no
esperaba la gran habilidad del hombre quien era famoso por cazar lobos
salvajes. Cuando el animal se disponía a saltar sobre el hombre este lo esperaba
con un afilado cuchillo. Arma blanca que ingreso al cuerpo del condenado lobo lacerando
sus viseras las cuales le salieron del cuerpo cuando el cazador quito el brazo
con el cuchillo. Pobre de Lucinda había perdido a su querida abuelita. Luego de
tal atentado ella abrazo fuertemente al hombre quien sin saber era su padre que
por ases del destino había encontrado en el bosque.
ROCKFACTORY.BLOG 2012 / EDITORIAL