sábado, 20 de febrero de 2010

LA CASA DE JANE

La Habitacion es un Campo de Batalla (3er capitulo)

Al término del corredor del segundo piso estaba la calmada habitación de Jane, ella con un brazo cubría sus pechos y con la otra mano sostenía la mía y sin hacer un ruido innecesario cruzamos la pieza de sus padres, la ventana que daba al patio y un enorme cuadro cristiano de flagelación. Dentro del campo a punto de detonar Jane le pone el seguro a la puerta se da vuelta dejándose ver los pechos desnudos y muy segura de si me pide que me le acerque. Entonces yo me le aproximo y la arrincono contra la puerta iniciando el rito libidinoso con un beso impulsivo le acaricio el cabello y con mi diestra le sostengo un pecho apretándolo con los dedos. Continuado el beso llegamos hasta el pie de la cama donde la ciento y le hago que espere mientras me quito la ropa y raudamente le hago denotar mi excitada rigidez, los dos nos reímos y en los ojos le miro su ansiedad mientras tomo aire paso la saliva y me acerco a ella.

Aun con su short de algodón puesto Jane se arrodilla sobre la alfombra sube su cabeza y me mira fijamente, pone saliva con la lengua sobre sus labios e instintivamente empieza a hacerme sexo oral, Jane se apasiona tanto que cierra los ojos y yo por el placer abro los míos al punto de desorbitarlos. Los ángulos de su boca eran precisos para sujetar, lamer y tragar. No había duda esa mamada ya no era la de una amateur. Cuando veo que su boca empieza a chorrear hasta llegarle a los pechos yo la levanto del suelo le beso en el cuello y la pongo en la cama con la boca abajo. Me siento a su lado para quitarle su short apretado y al dejarla completamente desnuda le beso en la espalda llegando por su cintura y terminando en su firme derrier. Le doy vuelta y le abro las piernas para pasar mi lengua sobre su concha y con la punta llegar hasta su clítoris. El efecto es instantáneo su excitación es inevitable con su vos casi ilegible Jane estruja sus sabanas y me pide que no pare. Aquel estimulo sexual provoca que Jane lubrique lo suficiente como para penetrarla por lo que me pongo sobre ella. Con mi verga acaricio sus abultados labios vaginales lo que me causa una delirante excitación y sin ir a prisa se la meto de a poco hasta llegar a introducírsela toda a lo que Jane gime muy fuerte rápidamente cubro su boca con mi mano y le susurro que iré mas despacio. Pero gracias a nuestras previas sexuales ambos llevamos muy bien los movimientos y mientras ella cierra sus ojos y me dice que me ama yo le agarro los pechos y la penetro con más fuerza. La volteo y la pongo en cuatro la tomo de las caderas e introduzco mi erecto pene cogiéndomela con violencia. Jane gime y muerde la almohada lo que me calienta aun más para no acelerar mi eyaculación masajeo mi verga entre sus nalgas y ella responde con un movimiento de atrás hacia adelante. Tomo fuerza y la cargo sosteniéndola por las nalgas frente a frente nos lamemos las lenguas y apretando dejo caer todo su derrier sobre mi pubis logrando que su concha se coma todo mi pito. Con mi respiración acelerada la penetro una y otra ves, ella grita de placer y yo le lamo sus traspiradas tetas mientras mi verga entra con fuerza y al no poder contener mas el semen se la quito de su hinchada concha tiro a Jane sobre la cama y apretando mi pene se le acerco hasta sus pechos viniéndome sobre ella mientas yo tomaba el aliento por aquel gran orgasmo veía como mi semen le escurría en sus rígidos pezones. Echados en su cama sucia por todos los fluidos que Jane y yo habíamos regado ella me abraza y ruborizada por el calor de sexo me da un beso y me dice que esta experiencia supera a lo que ella tanto había ilusionado yo sonrió le devuelvo el beso y le digo que me de un poco de tiempo para repetirlo de nuevo.

Después de treinta minutos de la espera nos quedamos dormidos pero al día siguiente lo hicimos en su ducha mientras nos bañábamos para la despedida y después de la despedida el ansiado y mutuo reencuentro.